A MI HERMANO MIGUEL
In memoriam
Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa,
donde nos haces una falta sin fondo!
Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá
nos acariciaba: "Pero, hijos..."
Ahora yo me escondo,
como antes, todas estas oraciones
vespertinas, y espero que tú no des conmigo.
Por la sala, el zaguán, los corredores.
Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.
Me acuerdo que nos hacíamos llorar,
hermano, en aquel juego.
Miguel, tú te escondiste
una noche de agosto, al alborear;
pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.
Y tu gemelo corazón de esas tardes
extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya
cae sombra en el alma.
Oye, hermano, no tardes
en salir. ¿Bueno? Puede inquietarse mamá.
-César Vallejo-
A MI MADRE
JULIA CONISLLA CONISLLA
"Mamá Julia"
Tu nombre es una ola de
caracolas
Que viene para cuidar mis sueños.
Callejones viejos como laberintos
Y casas de adobes que callan tus dolores.
Cuando el hambre con su espada de acero
Dominaba el hogar supiste darnos pan día a
día.
Julia, tejedora de vidas multicolores,
Caminas por donde el amor es tu horizonte.
Tu cariño es santo
Como un templo al mediodía.
Tus manos de ángel son ásperas como la
piedra
Pero suaves cuando abrazas y das cariño.
El tiempo se encorva
Cuando las perlas de tus ojos brillan de
tristeza.
El dolor es una roca
Que no contempla el cielo de tu silencio.
Julia, tu nombre me sabe a eternidad,
A estela de oro que guía mi camino
Porque gracias a ti mi destino
Es la senda hacia la felicidad.
-RICHARD FRANCO-
SEÑOR DE LA AGONÍA
Dios, padre nuestro, tú que esculpiste
En nuestros pechos el amor al hermano,
Danos hoy la pena que sufriste
Para que tu santa obra sea más humano.
Tú que en nuestros días de cruel invierno
Nos oyes en las oraciones del alma
Cuando nos martiriza el infierno
Como una llaga en el fondo de la calma.
Bendito y santo Cristo moreno,
Te pido tu corazón sereno;
Acércate y baja de tu brillante cruz,
Ve tu creación en la cima del olvido
Por la vanidad de todo lo vivido;
Tu pueblo quiere de ti amor y luz.
-RICHARD FRANCO-
MASA
Al fin de la
batalla,
y muerto el
combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No
mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Se le acercaron dos
y repitiéronle:
"No nos dejes!
¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Acudieron a él
veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando:
"¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Le rodearon millones
de individuos,
con un ruego común:
"¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Entonces, todos los
hombres de la tierra
le rodearon; les vió
el cadáver triste, emocionado;
incorporóse
lentamente,
abrazó al primer
hombre; echóse a andar...
-CÉSAR VALLEJO-
LA DAGA Y LA FLOR
Por vivir un sueño hermoso estoy sufriendo.
En mis frías manos tengo una daga y una flor.
Todo es silencio
Cuando uno duerme
Con la mente en otro lado,
Y es suave el poema que llora en mis entrañas,
Y es rota la lágrima que temblorosa
Cae por mis mejillas,
Y es honda la aurora que nace inocente
Pero es corrompida por las miradas del ser,
Y es humillado el pensamiento que lucha y lucha
Porque la ignorancia da a los cobardes
Poder para destruirlo.
Por construir santamente una ilusión estoy muriendo.
Por apagar las llamas del ocaso
Mil cabezas huecas me tiraron
Al panteón del olvido.
Por eso,
Tengo la daga
Para acuchillar al odio
Y
La flor
Para darle esperanzas sinceras a mi corazón.
Por vivir un sueño hermoso estoy sufriendo.
En mis frías manos tengo una daga y una flor.
Todo es silencio
Cuando uno duerme
Con la mente en otro lado,
Y es suave el poema que llora en mis entrañas,
Y es rota la lágrima que temblorosa
Cae por mis mejillas,
Y es honda la aurora que nace inocente
Pero es corrompida por las miradas del ser,
Y es humillado el pensamiento que lucha y lucha
Porque la ignorancia da a los cobardes
Poder para destruirlo.
Por construir santamente una ilusión estoy muriendo.
Por apagar las llamas del ocaso
Mil cabezas huecas me tiraron
Al panteón del olvido.
Por eso,
Tengo la daga
Para acuchillar al odio
Y
La flor
Para darle esperanzas sinceras a mi corazón.
-RICHARD FRANCO-
NO CAMBIARÉ
No cambiaré al mundo
con mis versos
ni comulgaré con la
religión,
ni bailaré al compás
del cañón;
cuando mi voz
matinal
no es hostia para el
hambriento,
ni fuerza para el
profano
que dispara la
miseria del tiempo
al no cambiar al
mundo con mis versos.
No cambiaré al mundo
con mis versos
ni empaparé tu dolor
en mis manos,
ni arrojaré mi
verdad
al ser la luz un
manto coloreado
que no despinta la
risa del viento
ni cambia al mundo
con mis versos.
No cambiaré al mundo
con mis versos
ni pronunciaré el
dictamen de tu olvido
en la soledad del
infierno,
ni cambiaré mis
versos por el mundo.
-RICHARD FRANCO-
A CIRO CASTILLO ROJO
in memoriam
Ruge el poderoso
Colca
Como un zorro
alucinado
Cuando el hombre,
cruel hereje,
Profana su lecho
azulado
En sus augustos dominios
Un joven de alegres
ojos
Ha perdido los pasos
En sus caminos sin
fondo
Como si se lo
hubiera tragado
El laberinto sin
tiempo
No regresa ni
despide
Al querido
aventurero
Ni en las alturas de
nieve
Ni en las aguas más
frías
Ni en las cuevas más
hondas
Ni en los abismos
sin memorias
No hallan el cuerpo
bien amado
Que la angustia y la
ilusión
Marchitan el alma
materna
En la copa de la
compasión
¿Estás perdido en
las huacas
Donde yacen los
dioses de piedra
O duermes en el
regazo
Donde la muerte sueña?
¿Por qué no emerges
hoy
Con la luz de tu
alegría
Para que mañana
llueva
Plegarias a tu
memoria?
Tu padre un cóndor
bravío
Terco como la sombra
Te busca piedra
sobre piedra
En la montaña que
asombra
¡Y el Colca no habla
todavía!
Mientras las voces
del mundo
En arranque de canto
coral
Plañen sus rezos más
puros
Pero tú no vienes a
soltar
Ni las palomas ni
los cantos
En los rincones del
hogar
Donde hoy reinan los
lamentos
Ciro ¿Dónde estás?
Se oye como un
trueno
El grito iracundo
Del padre eterno
En galope hacia el
cielo
Mil potros
espantados
Van por la vía
celeste
A consultar a los
hados
Después de seis
meses
De tristeza
universal
“Cucho” regresa a
casa
Hacia el sueño sin
final
¡Cómo pasa la vida
Por los ojos del
viento!
¡Cómo viene la
muerte
Por las manos del
tiempo!
Fuiste la febril
esperanza
De la vida sobre la
muerte
Pero no fue así… ¡Qué
pena
De nunca más volver
a verte!
Ciro ¿Dónde estás?
Aún resuena en la
memoria
Un grito fruto del
dolor
Que socava la
alegría
Ciro Castillo Rojo,
El Colca te llevó a
su reino
A que seas su eterno
guardián,
Descansa en paz.
Pisco, 25-10-2011
-RICHARD FRANCO-
PLEGARIA AL MAESTRO
Cuando tanto amor hayas dado,
e indiferencia hayas cosechado.
Ten en paz tu triste corazón,
que el tributo a tu firmeza y tesón
no es del hombre para el mismo hombre;
sino de Dios para uno de renombre.
En este caso, maestro eres tú,
el que sigue los pasos de Jesús.
Cuando con el ejemplo enseñabas
como un artesano moldeabas,
con ternura, cerebros y almas
para un mundo en paz y sin armas.
La gloria no está en esta vida,
con aplausos, fiestas o bebida;
sino en la gratitud de tus niños,
que son un mar azul de cariños.
Si la gente a tu amor que has dado,
ni un ápice lo ha valorado;
y la tristeza nubla tu razón
ten en paz tu bello corazón,
porque el premio a tus desvelos
no está en la Tierra sino en los cielos.
Allí, junto a nuestro amado creador,
seguirás hilando ideas y amor.
Así maestro tus huellas perdurarán
de la vida hacia la eternidad...
-RICHARD FRANCO-
TRISTITIA
Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola,
se deslizó en la paz de una aldea lejana,
entre el manso rumor con que muere una ola
y el tañer doloroso de una vieja campana.
Dábame el mar la nota de su melancolía,
el cielo la serena quietud de su belleza;
los besos de mi madre, una dulce alegría,
y la muerte del sol, una vaga tristeza.
En la mañana azul al despertar sentía
el canto de las olas como una melodía
y luego el soplo denso, perfumado del mar,
y lo que él me dijera, aún en mi alma persiste;
mi padre era callado y mi madre era triste
y la alegría nadie me la supo enseñar.
-ABRAHAM VALDELOMAR-
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes...¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios;
como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma...¡Yo no sé!
Son pocos; pero son...Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o lo heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan
que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos,
como cuando por sobre el hombro nos dan una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza,
como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
-CESAR VALLEJO-
BLASÓN
Soy el cantor de América
autóctono y salvaje:
mi lira tiene un alma,
mi canto un ideal.
Mi verso no se mece
colgado de un ramaje
con vaivén pausado de
hamaca tropical...
Cuando me siento inca,
le rindo vasallaje
al Sol, que me da el
cetro de su poder real;
cuando me siento hispano
y evoco el coloniaje
parecen mis estrofas
trompetas de cristal.
Mi fantasía viene de un
abolengo moro:
los Andes son de plata,
pero el león de oro,
y las dos castas fundo
con épico fragor.
La sangre es española e
incaico es el latido;
y de no ser Poeta, quizá
yo hubiera sido
un blanco aventurero o
un indio emperador.
-JOSE SANTOS CHOCANO-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TU COMENTARIO ES IMPORTANTE PARA NOSOTROS. GRACIAS POR OPINAR.